lunes, 8 de marzo de 2010

Festejemos la palabra y la raíz en femenino entre el encuentro y el diálogo.


Festejemos la palabra y la raíz en femenino entre el encuentro y el diálogo.




El día de ayer, domingo 7 de marzo, se llevo a cabo la III Feria del Libro en la Kasa Komunitaria con motivo de la celebración del primer año de vida de la Biblioteca Popular “Viviendo la Utopía”.
La celebración comenzó compartiendo una mirada de colores de las mujeres colombia de Monterrey, Aridoamérica. La fotógrafa Lety Saucedo Villegas, brindo un reconocimiento a la música que nació entre las crecientes y el campesinado de la Colombia, Bogotá; y a las mujeres que encuentran en los sonidos y las letras su propia identidad. Por medio de una serie fotográfica que seleccionó Lety tras su caminar por 10 años entre la comunidad colombia de la Indepe, los Ebanos, la Fome 36 o la 34; muestra la búsqueda de una comunidad a buscar su identidad y amor en una ciudad industrial mayoritariamente migrante; y que hacen suya las canciones de labrar la tierra, del campo, de la amistad y del amor para bailar con la vida a pesar de que en su cotidianidad se enfrentan con la violencia, los prejuicios; el abandono familiar, económico y social. Lo que nos lleva a las dos presentaciones de libro: “Poder Obrero” y “Cartucho” a cargo del Centro de Estudios y Taller Laboral-Frente Autentico del Trabajo y la Kooperativa Rayenari respectivamente.


Dos presentaciones que nos hicieron reflexionar acerca de la violencia que el sistema desigual desata en las comunidades de N.L; por una parte la cultura industrial de competencia y desplazamiento que enfrenta a las personas a conseguir una indigna fuente de empleo o una comunidad migrante que solía convivir respetuosamente con su medio ambiente; por otra parte, espejear el 1910 en este contexto donde la pobreza, el hambre y la ignorancia continúan siendo las raíces de la violencia que aqueja a las mujeres colombia, madres solteras, obreras, sirvientas o sexoservidoras; y a los hombres colombia, pachecos y obreros, en medio de la adicción y las armas. Releer la Revolución Mexicana en esta realidad nos sirvió para reconocer la esperanza de cambio que cientos de hombres y mujeres sentían, al nivel de dar su vida propia, su corazón propio por provocar y reclamar mejoras en las condiciones de trabajo, de educación y de vida misma. Posteriormente continuamos con la presentación de la Revista “Nosotras” una revista que busca romper la incomunicación y el silencio hacia los problemas y necesidades de la otra mitad de la población mundial; la que ha sido negada, la que tiene rostro y voz de mujer. En este sentido, la celebración dio paso a la memoria de la esperanza que se comenzó a cosechar en 1973, año de Tierra y Libertad. El Foro Mujeres de Tierra y Libertad nos mostró un horizonte de posibilidades para continuar en el sendero para re dibujar nuestra comunidad en un sentido de cooperación y construcción. Fue el momento de compartir sus sonrisas y sus recuerdos, su experiencia y su caminar por ayudar a las comunidades migrantes más marginales y vulnerables a tener un pedazo de tierra para construir con sus propias manos su vivienda digna, sus escuelas para l@s hij@s; las anécdotas crudas, orgullosas y graciosas de los desvelos incondicionales para hacer guardias, bandera o plantones fuera de las instancias de gobierno. Son un ejemplo vivo del valor y la fuerza de la mujer trabajadora y luchadora, que cosecha esperanza para la misma humanidad.
¡Aprender de ellas y continuar cosechando la semilla de la vida y la esperanza es nuestro deber como mujeres, como Biblioteca Popular, como Kasa Komunitaria!

¡Por amor y reconocimiento a nuestro papel en la historia, el presente y futuro!
¡Vamos y sigamos hacia adelante!

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